El gallinero
Breve bibliorelato
Publicado: 2019-05-08
A los quince años Epifanía cursaba el quinto de media. Su colegio parecía una correccional de mujeres. Sus compañeras, algunas, gustaban maquillarse o vivían al ritmo del chino. Ella se sentía rara, como su nombre, por el cual era objeto de constantes burlas. Un día, por defenderse de un ataque, la castigaron enviándola al “gallinero”, al lugar donde nadie quería ir, pues parecía una cárcel. La recibió Beatriz, quien le mostró las áreas, dejándola hurgar entre los estantes. Era su primera vez en un lugar con tantos libros. Absorta, se sentó a leer. Pronto sintió el abrigo de las novelas, el arrullo de la poesía y la musicalidad de las palabras encadenadas. La lectura la consoló de los golpes de la casa y del colegio. Entendió que el gallinero no era el infierno, era el paraíso. Su castigo fue una epifanía, como su nombre. Nunca dejó de ir.
Escrito por
Laura Martinez Silva
Historiadora y gestora cultural. Amante de los libros y del Perú. @lauradenoves1
Publicado en
El malestar de las palabras
Confesiones y memorias de una aprendiz de las palabras.